PROGRAMA OFICIAL DE ACTIVIDADES DE LA COLECTIVA 08
III ENCUENTRO DE COLECTIVOS LITERARIOS
I ENCUENTRO DE POESÍA JOVEN
JUEVES 18
10:00 a.m. - 9:00 p.m.: Mesa de expo-venta
3:00 p.m.-4:30 p.m.: Cortos Ruwashayku
4:30 p.m.-6:30 p.m.: Documentales Monopelao
6:40 p.m.: Discurso de Inauguración
7:00 p.m.: Mesa 1 de poesía: Marco Moscoso (Cuzco), José Quispe (Cuzco), Elena de Yta (Arequipa)
7:30 p.m.: Mesa 2 de poesía: Luís Eduardo Calderón (Cuzco), Lena Orduña (Cuzco), Erik Moscoso Cuzco), Pavel Ugarte (Cuzco)
8:00 p.m.: Mesa 3 de poesía: Giuliana Gutierrez (Arequipa), Braulio Sucnier (Cuzco), Erwin Arce (Cuzco), Augusto Carrasco (Arequipa)
8:30 p.m.: Mesa 4 de poesía: Cristian Astigueta (Tacna), Willni Dávalos (Cuzco), Filonilo Catalina (Puno), Maru Delgado (Arequipa).
VIERNES 19
10:00 a.m. - 9:00 p.m.: Mesa de expo-venta
3:00 p.m.-4:30 p.m.: Cortos Monopelao
4:30 p.m.-6:30 p.m.: Cortos Ruwashayku
7:00 p.m.: Mesa 5 de poesía: Luís Figueroa (Cuzco), Valentina Pérez (Cuzco), Claudia Palomino (Cuzco)
7:30 p.m.: Mesa 6 de poesía: Camila García (Cuzco), Gonzalo Valderrama (Cuzco), Dayana Silva (Cuzco), Martín Zúñiga (Cuzco)
8:00 p.m.: Mesa 7 de poesía: Iñakapalla Chávez (Cuzco), Jonatan Alzamora (Cuzco), Victoria Lecaros (Cuzco), Robert Baca (Arequipa)
8:30 p.m.: Mesa 8 de poesía: Kreit Vargas (Arequipa), Miguel Ángel Fuentes (Cuzco), Arthur Zeballos (Arequipa), Ángel Colque (Cuzco).
A todos los poetas se les ruega tomar sus precauciones para llegar con puntualidad a sus mesas. Las personas o colectivos con interés en difundir y vender su material (sin cargos o costos aparte) deben estar presentes en la Municipalidad el día Jueves a las 9:30 de la mañana.
La Colectiva ’08
lunes, 15 de diciembre de 2008
PROGRAMA OFICIAL DE ACTIVIDADES DE LA COLECTIVA 08
THOMAS DYLAN - Poemas completos
Quien
eres tú
tú que naces
en el cuarto vecino
tan patente en mi cuarto
que alcanzo a oír el vientre
cuando se abre y la sombra que avanza
sobre el fantasma y el hijo que desciende
tras la pared delgada como un hueso de jilguero
en el cuarto sangrante del nacimiento oculto
para el incendio y el girar del tiempo
la huella del corazón humano
no venera el bautismo
sino la sola sombra
cuando bendice
a la salvaje
criatura
Click en la Imagen para bajar el libro.
eres tú
tú que naces
en el cuarto vecino
tan patente en mi cuarto
que alcanzo a oír el vientre
cuando se abre y la sombra que avanza
sobre el fantasma y el hijo que desciende
tras la pared delgada como un hueso de jilguero
en el cuarto sangrante del nacimiento oculto
para el incendio y el girar del tiempo
la huella del corazón humano
no venera el bautismo
sino la sola sombra
cuando bendice
a la salvaje
criatura
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Vargas Llosa
Santa Evita (1995) de Tomás Eloy Martínez
Santa Evita (1995) de Tomás Eloy Martínez
Santo Tomás Eloy Martínez, quien a los 61 años publica esta novela que Mario Vargas Llosa no ha dudado en llamar “obra maestra”. Tampoco García Márquez y Carlos Fuentes le han escatimado elogios. También Xavier Velasco la admira profundamente. Sí, la historia de Evita, en un orden contrario al cronológico, pero también la historia del éxodo de su cadáver y de su enloquecida multiplicación. También la historia de otros personajes que se cruzaron en el camino ya sea de Evita, la viva, o de su cuerpo marchito. Además, la historia de un novelista que escribe la novela que leemos. Se vale de recursos periodísticos Tomás Eloy, se vale del formato de guión de cine, se vale de supuestas cartas, se vale de un lenguaje muy atrevido, pletórico de imágenes novedosas, pero que nunca deja de lado el relato de acciones, para contarnos una historia de la forma en que más conmovedora y memorable y profunda y triste nos resulte.
Santo Tomás Eloy Martínez, quien a los 61 años publica esta novela que Mario Vargas Llosa no ha dudado en llamar “obra maestra”. Tampoco García Márquez y Carlos Fuentes le han escatimado elogios. También Xavier Velasco la admira profundamente. Sí, la historia de Evita, en un orden contrario al cronológico, pero también la historia del éxodo de su cadáver y de su enloquecida multiplicación. También la historia de otros personajes que se cruzaron en el camino ya sea de Evita, la viva, o de su cuerpo marchito. Además, la historia de un novelista que escribe la novela que leemos. Se vale de recursos periodísticos Tomás Eloy, se vale del formato de guión de cine, se vale de supuestas cartas, se vale de un lenguaje muy atrevido, pletórico de imágenes novedosas, pero que nunca deja de lado el relato de acciones, para contarnos una historia de la forma en que más conmovedora y memorable y profunda y triste nos resulte.
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LAUTREAMONT - Poesías y cartas
Sólo admitiendo la noche físicamente se ha logrado hacerla pasar moralmente. ¡Oh noches de Young! ¡Cuántas jaquecas me habéis causado! Sólo se sueña cuando se duerme. Son expresio nes tales como las de sueño, la nada ele la vida, el paso por la tierra, la preposición quizá, la inspira- ción desordenada, lo que ha infíltralo en vuestras almas esa poesía húmeda de las languideces, parecida a podredumbre. Pasar de las palabras a las ideas, basta un paso. Las perturbaciones, las ansiedades, las depravaciones, la muerte, las excepciones de orden físico moral, el espíritu de negación, los embrutecimientos, las alucinaciones servidas por la voluntad, los tormentos, la destrucción, los vuelcos, las lágrimas, las insaciabilidades, las esclavitudes, las imaginaciones que profundizan, las novelas, lo inesperado, lo que no se debe hacer, las singularidades químicas de buitre misterioso que acéchala carroña de alguna ilusión muerta, las experiencias precoces y abortadas, las oscuridades de caparazón de chinche, la monomanía terrible del orgullo, la inoculación de estupores profundos, las oraciones fúnebres...
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Kazuo - Los restos del día.
El autor japonés Kazuo Ishiguro nació en Nagasaki (Japón) en 1954, pero se trasladó a Gran Bretaña en 1960. Dirigió sus estudios a las universidades de Kent y de East Anglia. Hoy vive en la capital inglesa. Está considerado como uno de los mejores escritores contemporáneos. Es autor hasta el momento de cinco novelas: Pálida luz en las colinas (premio Winifred Holtby), Un artista del mundo flotante (premio Whitbread), Los restos del día (premio Booker), Los inconsolables y Cuando fuimos huérfanos.
Esta es la primera novela que leí del autor japonés Kazuo Ishiguro, aunque también he visto numerosas veces la película cuyo título fue sustituido por “Lo que queda del día”. Aunque fue publicada en 1989 y obtuvo el premio Booker, apareció en España un año después. Y la película interpretada por Anthony Hopkins y Emma Thompson, obtuvo 8 nominaciones al Óscar en 1994. Yo compré la novela un año antes, sin pensar que luego la podría ver en la pantalla.
Trascurre el año 1956 en Gran Bretaña, y un mayordomo inglés se ve en la situación de cambiar de señor, tras la muerte de éste, después de haber estado sirviéndole durante unos treinta años, en la propiedad de Darlington Hall.
Un americano será el nuevo dueño de la mansión. Este cambio hará que Stevens, el protagonista, se vea inmerso en la oportunidad de organizar un viaje con la excusa de volver a ver a una antigua doncella que trabajó para Lord Darlington. Para ello parte de la idea que le promueve su nuevo señor: Para conocer un país hay que viajar por él.
Para ello puede disfrutar del antiguo coche de lord Darlington y de gasolina gratis. ¿Quién rechazaría semejante oferta?.
Esta es la primera novela que leí del autor japonés Kazuo Ishiguro, aunque también he visto numerosas veces la película cuyo título fue sustituido por “Lo que queda del día”. Aunque fue publicada en 1989 y obtuvo el premio Booker, apareció en España un año después. Y la película interpretada por Anthony Hopkins y Emma Thompson, obtuvo 8 nominaciones al Óscar en 1994. Yo compré la novela un año antes, sin pensar que luego la podría ver en la pantalla.
Trascurre el año 1956 en Gran Bretaña, y un mayordomo inglés se ve en la situación de cambiar de señor, tras la muerte de éste, después de haber estado sirviéndole durante unos treinta años, en la propiedad de Darlington Hall.
Un americano será el nuevo dueño de la mansión. Este cambio hará que Stevens, el protagonista, se vea inmerso en la oportunidad de organizar un viaje con la excusa de volver a ver a una antigua doncella que trabajó para Lord Darlington. Para ello parte de la idea que le promueve su nuevo señor: Para conocer un país hay que viajar por él.
Para ello puede disfrutar del antiguo coche de lord Darlington y de gasolina gratis. ¿Quién rechazaría semejante oferta?.
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domingo, 7 de diciembre de 2008
Del Fencido blog GatosTecheros.tk - Awiú
Prende un cigarrillo y aspira su intoxicante y a la vez extaciante humo demoledor. Se entierra en pensamientos indevidos y mira la extraña que a ella se acerca. No te acerques mas o podrías perder la mano le dijo Awiú con sus pantaletas que comenzaban a escocer de manera insoportable. Pero la mano con el viejo reloj Cassio se acercaba como sierpe en busca del nido donde pueda descansar, si no es hoy quiza mas tarde.
Los muslos delicados y tersos de Awiú sentian el ligero corte del ambiente que la mano serpentenante producía, los pelos se ponían de punta . Un pitillo más al cigarrillo.
Que es lo que quieres. Solo te quiero a ti. Pero yo no te quiero a ti. Me perteneces y punto. Yo no pertenezco a nadie.
Cruzó las piernas para que la sierpe no encontrace el nido donde depositar su veneno ancestral. No tendras de mi nada - dijo Awiú. Tendré todo lo tuyo dijo la voz detrás de la mano serpenteante del Cassio.
Awiú apagó el cigarrillo en el cigarrero de la mesita de estar. Abrió el cajón y saco una lima de uñas, mientras tanto ella aun tenia las piernas cruzadas. Ya la sierpe recorría ansiosa la delicada piel de seda de la mujer perfecta. Awiú siente que dentro del pecho un corazón que creía muerto mucho tiempo atras comienza a latir y nuevamente su adulador latido escucha al cerrar los ojos.
Un antifaz de brillos maravilloso corta la escena de un ambiente cargado de morbo y pasión.
¿Acaso creias que bromeaba cuando dije que no tendrías nada de mi?.
Las blancas sabanas donde retosaba Awiú se bañan en sangre de un infeliz y poco amante amador. La sierpe ancestral a vomitado su veneno en forma de deleite infernal. La muerta a jugado el papel de siempre.
La habitación se ilumina. Awiú se incorpora de su lecho de rosas blancas y prende un nuevo cigarrillo. Lame el cortauñas. Ve al hombre detrás de la mano del reloj Cassio. Se lo quita e inamediatemente prueba su brillo en la muñeca izquierda. Sonríe y ríe con ternura mirando el cadáver.
Gracias mamá siempre me gusto tu reloj
Rodi Pistol - El Mal Alemán
El mal alemán es un libro flaquísimo y raquítico. Muestra en la portada a una seductora Sandrita que es la Top Star Porn Child de todos los tiempos, lo que puede hacernos suponer de que trata el libro. Pistol me regaló el libro en un recital de poesía e inmediatamente lo leí. Es un libro de cuentos ( léase relato corto) que tiene como siempre ese toque especial a lo pistol. Uno de los mejores relatos dentro de este libro es El Mal Aleman , cuento de título homónimo al titulo del libro de relatos que vendría a ser el hit del disco letra.
El mal aleman hace por momentos recordar a Ray Loriga y a veces a un borracho de esquina que tiene la certeza de que es un pervertido sexual.
Los críticos no dejan al lector poder por ellos mismos apreciar el libro. Asi que aquí tienen uno de los relatos de El Mal Aleman.
EL MAL ALEMÄN
a Lena, la mayor y mejor niña poeta que haya nacido en Cusco,
por haber inspirado la realidad de todo esto.
¿QUÉ es el mal alemán? El mal alemán es una de esas enfermedades que más se disfrutan. Y no te salen granos en la cara ni pelos en la palma de las manos. Eso es lo que decía L.C. Lewis, el mayor pornógrafo de niños y niñas de la historia. En sus sites desde el nacimiento de la Internet hasta cierto día hizo vestirse y desvestirse a 2234 niños y niñas. En precios de hoy 2234 niños y niñas serían –más o menos- cuarenta millones de dólares. Centavos más centavos menos como ganancia neta, eso sin considerar impuestos porque no es un negocio que esté tipificado. Cuarenta millones no son mucho pero es lo suficiente para llevar la vida que merece uno y lo justo para pagarle después a un buen montón de buenos abogados por si te llevan a la corte. Hace un tiempo (por cortés préstamo de Daniel SP. Daniel SP es amigo de quien escribe esto) leí un libro donde decía que Hitler y Himmler y la mayor parte de los jerarcas nazis sufrían y disfrutaban de lo mismo. Y yo entonces me he sentido tan insignificante y mínimo al lado de un hombre tan grande y… por eso que dicen que los extremos se tocan también me he sentido tan familiar a él, tan cercano a él, tan fascinado de lo genuino y de lo brillante y genial que había sido, y todo eso al mismo tiempo. Me refiero a Hitler. Cuando leí ese libro me sentí como sería su hermano o como sería su hijo o su más fiel soldado, como si Honor Y Lealtad estuviera escrito en mi frente. En ese libro (Kershaw, Ian; “Hitler 1899-1936”. 310 Págs. Edic. Workse Books Ltd, Londres; Paidós Editorial, Madrid, 2004.) decía también que Hitler dijo: Las mujeres no son más que una variedad de serpiente. Por eso lo de Eva Braun y todo el asunto divertido de la Segunda Guerra Mundial. Alguna gente es tan estúpida que no entiende y no lo cree. Alguna gente se llama A, B, C, D, E, F, Bush, Uribe, Sarkozy, Le Pen, Chavez, el Subcomandante M, el Che (antes que se muera, obviamente), Michelle Bachellet, una artista de cine cuyo nombre no recuerdo, ciertas putas argentinas, Vargas Llosa, Castro, el presidente de Australia, el anterior Papa, el presidente de Sudáfrica, el fiscal general de Florida (ese negro miamesco que ordenó el cierre de Webe Corp en un claro e incontestable y brutal atentado contra la libertad de expresión y la independencia del ciberespacio. La Webe Corp era el más grande conglomerado de sites dedicado a compensar el extendido mal del que hablamos. La Libertad de Expresión es una serie de conceptos vagos, ambiguos, viciosos; pero también es una parte de lo que al mismo tiempo sostiene las estructuras y superestructuras de la sociedad moderna tal como lo conocemos y a los que quieren –ironía de ironías- destruir esa sociedad, llámense terroristas o anarquistas o tonterías fundamentalistas de cualquier clase, como cualquiera de los actuales revisionistas movimientos sociales ecosocialistas bioéticos o medioambientales), otros claro, y otros también, y G, y H (aunque pueda que él sí), y J, y K y L y también M y N y O y P y todos los demás. Incluyendo gente que no conozco y que no me importa.
CUANDO la vió por primera vez Eva Braun tenía 14 años. Me refiero a Hitler. La misma edad de Sandra sonriéndome hoy desde algún punto de la esteparia y fascista nueva Madre Rusia. Sus ojos son del más puro café ruso. Su cuerpo es del más puro material arioeslavo. De la inclinación del sol depende el color de sus labios. Yo soy muy fan de su site. Me he gastado una pequeña fortuna pagándole la suscripción mensual. Vía Western Union obviamente. O Money Gram, últimamente. Usé Pay Mal una sola vez, porque es un poco complicado por eso de los precios, es como comprar oro y vender oro teniendo en cuenta los índices de bolsa que cada minuto se hacen sensibles a los acontecimientos mundiales. En todos los casos siempre con diferentes nombres y diferentes direcciones, diferentes edades, acentos y disfraces. Ahora tengo 210 galerías y entonces… -si mis cálculos son correctos- alrededor de 21000 o 22000 mil fotografías. 12600 Megabits. 12600 Mb son 126 Gygabits. 126 Gb son algo así como 19 o 20 litros de líquido seminal.
DEJEMOS a los niños en paz. Hay que ser muy pervertido para ver a niños reales follando con niños reales. Y mucho más pervertido para ver a niños solitos con una sola mano. Olvídate del satanismo, del sitting, del snuff, del rape, de la zoofilia y necrofilia y parafilia. Olvídate de los videos de embarazadas y el sexo oral que reciben los que todavía están ahí a punto de nacer. No te preguntes qué pasa en la mente de la gente que busca y consigue tener orgasmos mirando gente que tiene los pies o piernas o manos o brazos o cualquier parte de su cuerpo herido, sangrando, quemado o fracturado. El sexo real hasta en el caso más sublime es sucio de por sí. Centrémonos en otra cosa. En el juicio del pueblo de los Estados Unidos de América contra L.C. Lewis, este último dijo públicamente: Repito, aparte del interés comercial no tengo ningún otro interés en las niñas de tres dimensiones. Y también dijo: Yo soy un hombre súper incapaz de hacerles algún daño, sepan ustedes que yo mismo tengo dos hijas y ellas pueden jurar que jamás las he visto en otra forma que no fuera la forma habitual y correcta de cómo los padres deben mirar a sus hijas. Es decir con honesta claridad, naturalidad, moderación y cariño. Yo tenía 15 años cuando se cayó el Muro de Berlín. Sandra entonces nacía como milagro de Dios en plena destrucción y fin de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ahora gracias a todo eso tengo 21000 o 22000 fotografías suyas. La Plaza Roja aparece desolada en la lluvia. En la penúltima galería Sandra ha sido fotografiada ahí mismo, con las puertas y ventanas cerradas dentro de un auto que por ciertos detalles puede ser un Audi pero que por otros detalles pueda que no sea. Hay que tener las cosas bien puestas para hacer eso en las narices del Kremlin. Los policías de todo el mundo tratan de cazarme en la Red como a todos los de nuestra especie. Para ellos mirar niñas es uno de los crímenes más horribles. El que más se debe perseguir. El más horripilante. Un crimen que no parece un crimen sino unos dos o tres crímenes. Algo así como una mierda tamaño de una casa. Algo así como si te dedicaras a despedazar delfines con el fin de engordar cerdos. Como pegarle y asesinarle a patadas a tu madre. Como meterle un puño por el ojo del culo a la chica que más quieres. Como hacerle saltar los dientes a la Monalisa. Yo sé que es horrible pero que también puede ser de lo más hermoso. Como violar y matar a las hijas del Gordo García, especialmente a la que estudia Medicina. Como estrellar contra la Casa Blanca o contra cualquier otra casa norteamericana otros dos aviones con todos los pasajeros de clase ejecutiva bien atados dentro. Como descarrilar un tren lleno de odiosos Boy Scouts judíos. Como escapar de tu casa y mentir al regreso en medio de la noche. Como tirarte el cadáver de María Magdalena sabiendo que Jesucristo Nuestro Señor ha estado ahí, adentro, una y otra vez, en el mismo agujero.
Y entonces me dan de alta y también un password de 13 dígitos que sólo sirve una vez (en el orden correcto, ni una sola vez en el orden incorrecto) y yo me bajo las galerías desde Easy Share. Desde Rapid Share. Desde Bit Torrent. O desde sitios aún más nuevos y escondidos como BigDig. Hay que estar moviéndose constantemente. La policía científica vigila con la más alta tecnología. Si les das la más mínima oportunidad te rastrean y te hallan y ahí ya tienes un problema. Ellos dicen que están las 24 horas en la Red, pero eso es una jodida mentira: Están 25. Mientras tanto yo sigo viviendo todo el tiempo que puedo con Sandra, intentando bajar ahora, gratis, desde una secreta site, sus más de 300000 (trescientas mil) pics que todavía no he visto. No se trata de hacer un sencillo doble clic en Download, se trata de Guardar Esta Imagen Como. Es copiar una a una, sino, no habría gracia. A la velocidad que aparecen las fotografías probablemente tarde todavía unos 93.3 (noventitres punto tres) días enteros conectado a la Red. Días Enteros significa Noche y Día y luego otra vez Noche y luego Día y así sin comer sin dormir sin ninguna otra necesidad, sin dejar de estar frente a la pantalla ni un segundo. Una cosa que parece monumental, increíble, enorme, heróica, pero supongo que alguien tiene que hacer el trabajo. No es un trabajo sucio pero tampoco es el más limpio porque es algo como robar. Robar, en el ciberespacio, es sinónimo de Copiar o Guardar Como. Pero es sólo que he renunciado al trabajo y ahora tengo bastante tiempo y algo de dinero y estoy dispuesto a asumir esa tarea como el que más, con inexpugnable frenesí, como el más malvado hombre bueno sobre la faz de esta parte de la tierra.
YO hago agujeros en el corrompido ciberespacio. Maniobras con el software. Entiendo de programas de desvío y rutas fantasmas. Entiendo sobre la externalización y la alucinación consensual que provoca el tráfico de datos. He aprendido como raspar el IP de cualquier PC construyendo rizomas, alterando protocolos, probando y descartando prototipos de códigos binarios. Identifico micropuentes, accesos temporales o, definitivas señales trampa. Los virus y los antivirus son una cosa de niños, una cosa que cualquier persona con dos dedos de frente podría crear si lo intenta. Yo descomprimo. Hago llamadas a números que técnicamente no existen. Reconozco patrones en la pulsación de los firewalls. Deconstruyo, primitivamente pero deconstruyo, el dualismo funcional entre la naturaleza de los materiales y la sensibilidad patente de la nueva tecnología óptica. Hago todo eso por las ilusiones algorítmicas de silicio convertidos a centenares de millones y millones de bits de Realidad Digital como ninguna otra forma antes y como ninguna otra forma jamás existirá después a colores en forma de niña rusa. Más allá de la ficción y el hipertexto en el mundo, tal como yo lo entiendo, sólo existía Sandra. De facto, el mal alemán es precioso e incurable. Una enfermedad de la más preciosa factura que hoy –día de Navidad del 2011- es sólo, píxel a píxel, sólo una videofotográfica y metafísica construcción vectorial. Como un recuerdo, de los de antes.
EN mi cara y en mi cabeza y en mi corazón tengo más problemas que el VI Ejército Alemán en el centro de Stalingrado. Soy como la nieve que nadie se atreve a quitar de las puertas del Cuartel General de Von Paulus, nadie sabe porqué pero probablemente sea por temor a lo que sea, incluso a cualquier cosa. Cercado, incomunicado, sin señales, permanentemente solo, permanentemente confuso. En la batalla por Stalingrado los alemanes perdieron algo menos de dos millones de soldados. Los rusos algo más de tres millones. Los que perdieron más fueron los italianos y los rumanos juntos, entre cuatro y cinco millones y dentro de esos millones alrededor de 10000 por canibalismo entre ellos una vez que los sobrevivientes al hambre y al frío fueron hechos prisioneros por los rusos. Von Paulus se rindió un día de Noviembre. El Muro de Berlín cayó otro día de Noviembre. La única mujer real que he amado también era de Noviembre. Aunque no tenga nada que ver, Sandra coincidentemente ha nacido un 14 de Noviembre en lo que era Stalingrado. Noviembre es Sagitario, verdad? Sagitario suena un poquito parecido a Stalingrado, verdad? Con las letras de Stalingrado puede escribirse Sagitario, verdad? Well, ahora Stalingrado se llama San Petersburgo como antes de que un congreso de los soviets la rebautizara como Stalingrado en 1929. En la Wikipedia dice que Sandra es la child supermodel más famosa de la historia. Se calculan sus ingresos en 2 millones de dólares el último año. Ahora ya lleva 6 años. En el blog actual de Sandra (si no sabes algo de ruso no presiones Enter, porque no vas a entender absolutamente nada) Sandra contesta algunos mensajes y dice que su madre es quién le toma las fotografías. Yo no le creo, no creo que una mujer pueda tomar esa clase de fotografías porque una mujer de verdad generalmente no sirve para hacer algo digno que te excite diez minutos y luego te haga olvidar la tristeza de todo un buen par de horas. En la ciudad donde vivo y en los foros donde intervengo algunos dicen que estoy enfermo pero yo no les creo. En una sociedad post-industrial me llamarían Ciberpunk. Aquí a lo único que alcanzan a decirte es Enfermo o Aficionado. Yo sólo soy diferente y me digo, casi con alguna imperiosa necesidad…: Yo soy diferente, yo soy diferente. Para convencerme
¿QUÉ es una niña de tres dimensiones? Una niña de tres dimensiones es una cosa real, intocable, inviolable; por lo que debería ser inaccesible también. No son billones de datos inconexos. Una niña de tres dimensiones tiene corteza, textura, recuerdos, volumen, núcleo, pelos y sangre. Una chica de tres dimensiones tiene cuerdas vocales y labios y mejillas y nombres como Pamela, Danitza, Sachi, Yuriko, Lorena o Mirielle o Roma o Claudia o Laura o Melissa o Ximena. En la rutina de estos extraños días, unas son punks y otras son emopunks y otras no son ni siquiera la mitad de lo que esperan o intentan ser o no ser con el más artificial de los sacrificios. O son así de lindas como la hermana de A o son así de feas, estúpidas y normales como la prima de Z. Las que yo conozco, aleatoriamente, tienen sobrenombres como Suicide Girl, Twinkle, Pumpkin, Mel de Vicious, o Fulana o Fatal o más emocionantes e inventivas como Hardcore Superstar. Pero entonces, sean lo que sean o hagan lo que hagan o no lo hagan, yo como L.C. Lewis no tengo interés alguno en las niñas de tres dimensiones. Pienso que todas las fiestas fueron ayer o antes de ayer. E incluso puede que mucho más antes. Yo pienso que todas las fiestas fueron como hace 60 años en Stalingrado. Como el más grande hombre de la historia yo también pienso que las niñas no son más que una variedad de serpiente proveniente de una extinta raza de Marte. Puede que incluso de alguna de las lunas de Marte, o, puede que incluso un poco más allá.
a Lena, la mayor y mejor niña poeta que haya nacido en Cusco,
por haber inspirado la realidad de todo esto.
¿QUÉ es el mal alemán? El mal alemán es una de esas enfermedades que más se disfrutan. Y no te salen granos en la cara ni pelos en la palma de las manos. Eso es lo que decía L.C. Lewis, el mayor pornógrafo de niños y niñas de la historia. En sus sites desde el nacimiento de la Internet hasta cierto día hizo vestirse y desvestirse a 2234 niños y niñas. En precios de hoy 2234 niños y niñas serían –más o menos- cuarenta millones de dólares. Centavos más centavos menos como ganancia neta, eso sin considerar impuestos porque no es un negocio que esté tipificado. Cuarenta millones no son mucho pero es lo suficiente para llevar la vida que merece uno y lo justo para pagarle después a un buen montón de buenos abogados por si te llevan a la corte. Hace un tiempo (por cortés préstamo de Daniel SP. Daniel SP es amigo de quien escribe esto) leí un libro donde decía que Hitler y Himmler y la mayor parte de los jerarcas nazis sufrían y disfrutaban de lo mismo. Y yo entonces me he sentido tan insignificante y mínimo al lado de un hombre tan grande y… por eso que dicen que los extremos se tocan también me he sentido tan familiar a él, tan cercano a él, tan fascinado de lo genuino y de lo brillante y genial que había sido, y todo eso al mismo tiempo. Me refiero a Hitler. Cuando leí ese libro me sentí como sería su hermano o como sería su hijo o su más fiel soldado, como si Honor Y Lealtad estuviera escrito en mi frente. En ese libro (Kershaw, Ian; “Hitler 1899-1936”. 310 Págs. Edic. Workse Books Ltd, Londres; Paidós Editorial, Madrid, 2004.) decía también que Hitler dijo: Las mujeres no son más que una variedad de serpiente. Por eso lo de Eva Braun y todo el asunto divertido de la Segunda Guerra Mundial. Alguna gente es tan estúpida que no entiende y no lo cree. Alguna gente se llama A, B, C, D, E, F, Bush, Uribe, Sarkozy, Le Pen, Chavez, el Subcomandante M, el Che (antes que se muera, obviamente), Michelle Bachellet, una artista de cine cuyo nombre no recuerdo, ciertas putas argentinas, Vargas Llosa, Castro, el presidente de Australia, el anterior Papa, el presidente de Sudáfrica, el fiscal general de Florida (ese negro miamesco que ordenó el cierre de Webe Corp en un claro e incontestable y brutal atentado contra la libertad de expresión y la independencia del ciberespacio. La Webe Corp era el más grande conglomerado de sites dedicado a compensar el extendido mal del que hablamos. La Libertad de Expresión es una serie de conceptos vagos, ambiguos, viciosos; pero también es una parte de lo que al mismo tiempo sostiene las estructuras y superestructuras de la sociedad moderna tal como lo conocemos y a los que quieren –ironía de ironías- destruir esa sociedad, llámense terroristas o anarquistas o tonterías fundamentalistas de cualquier clase, como cualquiera de los actuales revisionistas movimientos sociales ecosocialistas bioéticos o medioambientales), otros claro, y otros también, y G, y H (aunque pueda que él sí), y J, y K y L y también M y N y O y P y todos los demás. Incluyendo gente que no conozco y que no me importa.
CUANDO la vió por primera vez Eva Braun tenía 14 años. Me refiero a Hitler. La misma edad de Sandra sonriéndome hoy desde algún punto de la esteparia y fascista nueva Madre Rusia. Sus ojos son del más puro café ruso. Su cuerpo es del más puro material arioeslavo. De la inclinación del sol depende el color de sus labios. Yo soy muy fan de su site. Me he gastado una pequeña fortuna pagándole la suscripción mensual. Vía Western Union obviamente. O Money Gram, últimamente. Usé Pay Mal una sola vez, porque es un poco complicado por eso de los precios, es como comprar oro y vender oro teniendo en cuenta los índices de bolsa que cada minuto se hacen sensibles a los acontecimientos mundiales. En todos los casos siempre con diferentes nombres y diferentes direcciones, diferentes edades, acentos y disfraces. Ahora tengo 210 galerías y entonces… -si mis cálculos son correctos- alrededor de 21000 o 22000 mil fotografías. 12600 Megabits. 12600 Mb son 126 Gygabits. 126 Gb son algo así como 19 o 20 litros de líquido seminal.
DEJEMOS a los niños en paz. Hay que ser muy pervertido para ver a niños reales follando con niños reales. Y mucho más pervertido para ver a niños solitos con una sola mano. Olvídate del satanismo, del sitting, del snuff, del rape, de la zoofilia y necrofilia y parafilia. Olvídate de los videos de embarazadas y el sexo oral que reciben los que todavía están ahí a punto de nacer. No te preguntes qué pasa en la mente de la gente que busca y consigue tener orgasmos mirando gente que tiene los pies o piernas o manos o brazos o cualquier parte de su cuerpo herido, sangrando, quemado o fracturado. El sexo real hasta en el caso más sublime es sucio de por sí. Centrémonos en otra cosa. En el juicio del pueblo de los Estados Unidos de América contra L.C. Lewis, este último dijo públicamente: Repito, aparte del interés comercial no tengo ningún otro interés en las niñas de tres dimensiones. Y también dijo: Yo soy un hombre súper incapaz de hacerles algún daño, sepan ustedes que yo mismo tengo dos hijas y ellas pueden jurar que jamás las he visto en otra forma que no fuera la forma habitual y correcta de cómo los padres deben mirar a sus hijas. Es decir con honesta claridad, naturalidad, moderación y cariño. Yo tenía 15 años cuando se cayó el Muro de Berlín. Sandra entonces nacía como milagro de Dios en plena destrucción y fin de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ahora gracias a todo eso tengo 21000 o 22000 fotografías suyas. La Plaza Roja aparece desolada en la lluvia. En la penúltima galería Sandra ha sido fotografiada ahí mismo, con las puertas y ventanas cerradas dentro de un auto que por ciertos detalles puede ser un Audi pero que por otros detalles pueda que no sea. Hay que tener las cosas bien puestas para hacer eso en las narices del Kremlin. Los policías de todo el mundo tratan de cazarme en la Red como a todos los de nuestra especie. Para ellos mirar niñas es uno de los crímenes más horribles. El que más se debe perseguir. El más horripilante. Un crimen que no parece un crimen sino unos dos o tres crímenes. Algo así como una mierda tamaño de una casa. Algo así como si te dedicaras a despedazar delfines con el fin de engordar cerdos. Como pegarle y asesinarle a patadas a tu madre. Como meterle un puño por el ojo del culo a la chica que más quieres. Como hacerle saltar los dientes a la Monalisa. Yo sé que es horrible pero que también puede ser de lo más hermoso. Como violar y matar a las hijas del Gordo García, especialmente a la que estudia Medicina. Como estrellar contra la Casa Blanca o contra cualquier otra casa norteamericana otros dos aviones con todos los pasajeros de clase ejecutiva bien atados dentro. Como descarrilar un tren lleno de odiosos Boy Scouts judíos. Como escapar de tu casa y mentir al regreso en medio de la noche. Como tirarte el cadáver de María Magdalena sabiendo que Jesucristo Nuestro Señor ha estado ahí, adentro, una y otra vez, en el mismo agujero.
Y entonces me dan de alta y también un password de 13 dígitos que sólo sirve una vez (en el orden correcto, ni una sola vez en el orden incorrecto) y yo me bajo las galerías desde Easy Share. Desde Rapid Share. Desde Bit Torrent. O desde sitios aún más nuevos y escondidos como BigDig. Hay que estar moviéndose constantemente. La policía científica vigila con la más alta tecnología. Si les das la más mínima oportunidad te rastrean y te hallan y ahí ya tienes un problema. Ellos dicen que están las 24 horas en la Red, pero eso es una jodida mentira: Están 25. Mientras tanto yo sigo viviendo todo el tiempo que puedo con Sandra, intentando bajar ahora, gratis, desde una secreta site, sus más de 300000 (trescientas mil) pics que todavía no he visto. No se trata de hacer un sencillo doble clic en Download, se trata de Guardar Esta Imagen Como. Es copiar una a una, sino, no habría gracia. A la velocidad que aparecen las fotografías probablemente tarde todavía unos 93.3 (noventitres punto tres) días enteros conectado a la Red. Días Enteros significa Noche y Día y luego otra vez Noche y luego Día y así sin comer sin dormir sin ninguna otra necesidad, sin dejar de estar frente a la pantalla ni un segundo. Una cosa que parece monumental, increíble, enorme, heróica, pero supongo que alguien tiene que hacer el trabajo. No es un trabajo sucio pero tampoco es el más limpio porque es algo como robar. Robar, en el ciberespacio, es sinónimo de Copiar o Guardar Como. Pero es sólo que he renunciado al trabajo y ahora tengo bastante tiempo y algo de dinero y estoy dispuesto a asumir esa tarea como el que más, con inexpugnable frenesí, como el más malvado hombre bueno sobre la faz de esta parte de la tierra.
YO hago agujeros en el corrompido ciberespacio. Maniobras con el software. Entiendo de programas de desvío y rutas fantasmas. Entiendo sobre la externalización y la alucinación consensual que provoca el tráfico de datos. He aprendido como raspar el IP de cualquier PC construyendo rizomas, alterando protocolos, probando y descartando prototipos de códigos binarios. Identifico micropuentes, accesos temporales o, definitivas señales trampa. Los virus y los antivirus son una cosa de niños, una cosa que cualquier persona con dos dedos de frente podría crear si lo intenta. Yo descomprimo. Hago llamadas a números que técnicamente no existen. Reconozco patrones en la pulsación de los firewalls. Deconstruyo, primitivamente pero deconstruyo, el dualismo funcional entre la naturaleza de los materiales y la sensibilidad patente de la nueva tecnología óptica. Hago todo eso por las ilusiones algorítmicas de silicio convertidos a centenares de millones y millones de bits de Realidad Digital como ninguna otra forma antes y como ninguna otra forma jamás existirá después a colores en forma de niña rusa. Más allá de la ficción y el hipertexto en el mundo, tal como yo lo entiendo, sólo existía Sandra. De facto, el mal alemán es precioso e incurable. Una enfermedad de la más preciosa factura que hoy –día de Navidad del 2011- es sólo, píxel a píxel, sólo una videofotográfica y metafísica construcción vectorial. Como un recuerdo, de los de antes.
EN mi cara y en mi cabeza y en mi corazón tengo más problemas que el VI Ejército Alemán en el centro de Stalingrado. Soy como la nieve que nadie se atreve a quitar de las puertas del Cuartel General de Von Paulus, nadie sabe porqué pero probablemente sea por temor a lo que sea, incluso a cualquier cosa. Cercado, incomunicado, sin señales, permanentemente solo, permanentemente confuso. En la batalla por Stalingrado los alemanes perdieron algo menos de dos millones de soldados. Los rusos algo más de tres millones. Los que perdieron más fueron los italianos y los rumanos juntos, entre cuatro y cinco millones y dentro de esos millones alrededor de 10000 por canibalismo entre ellos una vez que los sobrevivientes al hambre y al frío fueron hechos prisioneros por los rusos. Von Paulus se rindió un día de Noviembre. El Muro de Berlín cayó otro día de Noviembre. La única mujer real que he amado también era de Noviembre. Aunque no tenga nada que ver, Sandra coincidentemente ha nacido un 14 de Noviembre en lo que era Stalingrado. Noviembre es Sagitario, verdad? Sagitario suena un poquito parecido a Stalingrado, verdad? Con las letras de Stalingrado puede escribirse Sagitario, verdad? Well, ahora Stalingrado se llama San Petersburgo como antes de que un congreso de los soviets la rebautizara como Stalingrado en 1929. En la Wikipedia dice que Sandra es la child supermodel más famosa de la historia. Se calculan sus ingresos en 2 millones de dólares el último año. Ahora ya lleva 6 años. En el blog actual de Sandra (si no sabes algo de ruso no presiones Enter, porque no vas a entender absolutamente nada) Sandra contesta algunos mensajes y dice que su madre es quién le toma las fotografías. Yo no le creo, no creo que una mujer pueda tomar esa clase de fotografías porque una mujer de verdad generalmente no sirve para hacer algo digno que te excite diez minutos y luego te haga olvidar la tristeza de todo un buen par de horas. En la ciudad donde vivo y en los foros donde intervengo algunos dicen que estoy enfermo pero yo no les creo. En una sociedad post-industrial me llamarían Ciberpunk. Aquí a lo único que alcanzan a decirte es Enfermo o Aficionado. Yo sólo soy diferente y me digo, casi con alguna imperiosa necesidad…: Yo soy diferente, yo soy diferente. Para convencerme
¿QUÉ es una niña de tres dimensiones? Una niña de tres dimensiones es una cosa real, intocable, inviolable; por lo que debería ser inaccesible también. No son billones de datos inconexos. Una niña de tres dimensiones tiene corteza, textura, recuerdos, volumen, núcleo, pelos y sangre. Una chica de tres dimensiones tiene cuerdas vocales y labios y mejillas y nombres como Pamela, Danitza, Sachi, Yuriko, Lorena o Mirielle o Roma o Claudia o Laura o Melissa o Ximena. En la rutina de estos extraños días, unas son punks y otras son emopunks y otras no son ni siquiera la mitad de lo que esperan o intentan ser o no ser con el más artificial de los sacrificios. O son así de lindas como la hermana de A o son así de feas, estúpidas y normales como la prima de Z. Las que yo conozco, aleatoriamente, tienen sobrenombres como Suicide Girl, Twinkle, Pumpkin, Mel de Vicious, o Fulana o Fatal o más emocionantes e inventivas como Hardcore Superstar. Pero entonces, sean lo que sean o hagan lo que hagan o no lo hagan, yo como L.C. Lewis no tengo interés alguno en las niñas de tres dimensiones. Pienso que todas las fiestas fueron ayer o antes de ayer. E incluso puede que mucho más antes. Yo pienso que todas las fiestas fueron como hace 60 años en Stalingrado. Como el más grande hombre de la historia yo también pienso que las niñas no son más que una variedad de serpiente proveniente de una extinta raza de Marte. Puede que incluso de alguna de las lunas de Marte, o, puede que incluso un poco más allá.
Epilogo: Día de Navidad del 2011.
DETRÁS de la pantalla de mi PC el paisaje ultraurbano de Chiba City resplandece como un millón de pantallas de plasma donde Azusa Hibino canta bailando en lo más alto “Maestro Ámame” mientras un millón de innominables seguidores japoneses miran pegados hacia arriba debajo de su faldita virtual. Es una minirock fosforescente generada por computadoras 7G de la MaMi (Macintosh-Mitsubishi) que me hace soñar; soñar no es como estar muerto, a diferencia de antes es como estar despierto bajo los efectos de trifenobarbital tras la cocaína (o la ligera densidad de alguna dextroanfetamina) pero solo y mirando el cielo azul un día límpido, de oxígeno hélico; pero también es como estar debajo bajo los efectos de nada, debajo, debajo, debajo donde una delicada orquídea digital florece entre sus piernas y el holograma que las define. Es esa orquídea, bueno, realmente no es la misma orquídea, es parecida pero es rusa, eslava pero eslava adolescente con antecedentes alemanes, la más delicada orquídea que florece entre las piernas de Sandra, la niña más hermosa del planeta Tierra en 375210 imágenes. Ahí todo se detuvo, pero nada cambió. Recuerdo.ADOLFO como siempre; tenía razón: Esto es una fiesta en medio de la Tercera Guerra Mundial. Ahora lo más nuevo y lo más sano y lo más avanzado para acceder al incorpóreo cuerpo de Azusa Hibino es una consola Ono Sendai Cyberspace One. Oiga Lena, si usted me quiere y me estima, regáleme eso por Navidad. Usted sabe que desde que el hombre es hombre no hay mal necesario que por bien no venga. Si no lo hace talvez yo decida, esta misma tarde o esta misma noche, morir online.
DETRÁS de la pantalla de mi PC el paisaje ultraurbano de Chiba City resplandece como un millón de pantallas de plasma donde Azusa Hibino canta bailando en lo más alto “Maestro Ámame” mientras un millón de innominables seguidores japoneses miran pegados hacia arriba debajo de su faldita virtual. Es una minirock fosforescente generada por computadoras 7G de la MaMi (Macintosh-Mitsubishi) que me hace soñar; soñar no es como estar muerto, a diferencia de antes es como estar despierto bajo los efectos de trifenobarbital tras la cocaína (o la ligera densidad de alguna dextroanfetamina) pero solo y mirando el cielo azul un día límpido, de oxígeno hélico; pero también es como estar debajo bajo los efectos de nada, debajo, debajo, debajo donde una delicada orquídea digital florece entre sus piernas y el holograma que las define. Es esa orquídea, bueno, realmente no es la misma orquídea, es parecida pero es rusa, eslava pero eslava adolescente con antecedentes alemanes, la más delicada orquídea que florece entre las piernas de Sandra, la niña más hermosa del planeta Tierra en 375210 imágenes. Ahí todo se detuvo, pero nada cambió. Recuerdo.ADOLFO como siempre; tenía razón: Esto es una fiesta en medio de la Tercera Guerra Mundial. Ahora lo más nuevo y lo más sano y lo más avanzado para acceder al incorpóreo cuerpo de Azusa Hibino es una consola Ono Sendai Cyberspace One. Oiga Lena, si usted me quiere y me estima, regáleme eso por Navidad. Usted sabe que desde que el hombre es hombre no hay mal necesario que por bien no venga. Si no lo hace talvez yo decida, esta misma tarde o esta misma noche, morir online.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Poesia China antigüa - Antologia
Los poemas amorosos más antiguos se sitúan en el contexto de un escenario natural: a orillas de ríos, arroyos, en bosquecillos o en las murallas de la ciudad, pero en los poemas más tardíos, el amor se desplaza al interior: al cerrado mundo erótico del tocador. En el poema cortesano, sólo aparece en escena la mujer, sin presencia de los elementos habituales en la vida cotidiana de una dama: no hay sirvientes, hijos, amigos, familia y, lo más importante, tampoco hay esposo ni amante. Así, la mujer es presentada en el lujoso aislamiento de su tocador, una escenografía claustrofóbica que hace más intensa la añoranza del amor.
Uno de los aspectos notables de estos poemas amorosos es la falta de contacto físico entre los amantes, y es posible que las referencias sexuales directas estuvieran convencionalmente prohibidas, por considerárselas un tema inadecuado para la poesía. De este modo, las referencias a las zonas erógenas tradicionales –pechos, caderas, muslos, genitales– son inexistentes, y los poetas se concentran en las partes del cuerpo admitidas por el decoro poético, recurriendo al desplazamiento metonímico: la descripción de un cinturón enjoyado alude a la cintura, una manga al brazo que cubre. Además, los poetas de la corte encontraron otra manera ingeniosa de sortear la interdicción: como no era posible que un hombre entrara al tocador femenino, salvo en el transcurso del sueño de la dama, la alternativa era animar los objetos de la alcoba con una personalidad masculina. El poeta, entonces, da vida a cortinas suspirantes, lámparas seductoras, lechos apasionados y almohadas celosas. Un ejemplo de esta clase de personificación es El lecho, un poema de Liu Yun, en el que habla un colchón de color azul, que observa la alcoba de la dama con ojos eróticos:
Uno de los aspectos notables de estos poemas amorosos es la falta de contacto físico entre los amantes, y es posible que las referencias sexuales directas estuvieran convencionalmente prohibidas, por considerárselas un tema inadecuado para la poesía. De este modo, las referencias a las zonas erógenas tradicionales –pechos, caderas, muslos, genitales– son inexistentes, y los poetas se concentran en las partes del cuerpo admitidas por el decoro poético, recurriendo al desplazamiento metonímico: la descripción de un cinturón enjoyado alude a la cintura, una manga al brazo que cubre. Además, los poetas de la corte encontraron otra manera ingeniosa de sortear la interdicción: como no era posible que un hombre entrara al tocador femenino, salvo en el transcurso del sueño de la dama, la alternativa era animar los objetos de la alcoba con una personalidad masculina. El poeta, entonces, da vida a cortinas suspirantes, lámparas seductoras, lechos apasionados y almohadas celosas. Un ejemplo de esta clase de personificación es El lecho, un poema de Liu Yun, en el que habla un colchón de color azul, que observa la alcoba de la dama con ojos eróticos:
Soy en la corriente una isla cercada de luz
y la brisa ondula las aguas verdes.
Aunque no tan suave como el lecho del capullo del gusano de seda
soy feliz con el azul de mi vestido.
hay motas de polvo en las mangas de seda de mi dama,
ricas tiaras sobre su lecho de marfil.
Ama, cuando bebas hasta muy tarde,
trae a tu amante a festejar aquí.
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Vila Matas - Bartleby y compañia
Señor Rulfo, ¿por qué lleva tantos años sin escribir nada? Es que se me murió el tío Celerino, que era el que me contaba las historias. Este libro habla de los que dejan de escribir (Rulfo, Rimbaud, Salinger...) e indaga en los motivos de cada uno para preferir no hacerlo. Todos conocemos a los bartlebys, son esos seres en los que habita una profunda negación del mundo. Toman su nombre del escribiente Bartleby, ese oficinista de un relato de Herman Melville que, cuando se le encargaba un trabajo o se le pedía que contara algo sobre su vida, respondía siempre, indefectiblemente diciendo: Preferiría no hacerlo. En "Bartleby y compañía" se habla del mal endémico de las letras contemporáneas, de la pulsión negativa o atracción por la nada. El narrador del libro, que está escribiendo un diario que al mismo tiempo es un cuaderno de notas a pie de página que comentan un texto invisible, demuestra su amplia solvencia como rastreador de bartlebys al pasear por el Laberinto del No, por los caminos de la que considera la más perturbadora y atractiva tendencia de las literaturas contemporáneas, tendencia en la que ve el único camino que queda abierto a la auténtica creación literaria, pues para él sólo de la pulsión negativa, del rechazo, sólo del Laberinto lúcido del No puede surgir la escritura por venir.
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martes, 2 de diciembre de 2008
Charles Bukowski - Cartero
Para mí esta es la mejor novela de Bukowski. Fue la primera que escribió tras dejar el servicio de correos de los EE.UU. En ella cuenta sus peripecias cotidianas, las que tiene casi cualquiera en su trabajo pero que por estar protagonizadas por él cobran especial relevancia. De todas sus novelas es la que tiene estilo más fresco. Todavía no había caído en la autocomplacencia de enfant terrible de la literatura al que todo le está permitido repitiendose en sus propios excesos.Creo que es la única novela que escribió con coherencia argumental de principio a fin. Las demás novelas son una sucesión de situaciones que podría haber articulado en relatos bastante más amenos que las novelas, aunque eso no quiere decir que sus novelas me parezcan aburridas.Al contrario, TODO lo que escribió tiene como común denominador que es ameno, divertido y nada sesudo ni pedante, y sin embargo puede que sus escritos hayan cambiado más vidas que los de un escritor profundo.Defensor de la frase simple consiguió llegar a todos los públicos gracias a la sinceridad, sencillez y sentido del humor. Su mundo, (el nuestro) es una mierda, y él, consciente de ello, decide ponerse el mundo por montera y que le den a todo y a todos. Siempre la desolación del perdedor con el telón de fondo de trabajos infames, borracheras descomunales y sus relaciones con las mujeres.Tío sensible Bukowski, se extasiaba lo mismo ante una sinfonía de Mahler que ante el culo de una mujer, lo mismo un bellezón arquetípico de femme fatal que ante un momio alcohólico de vino barato. Eso sí, siempre con un amargo sentido del humor sin el cual sus libros no serían lo mismo.De todas formas este es el libro menos bukowskiano de Bukowski. Para leerle en toda su borrachera de sí mismo recomiendo Pulp, el último que escribió, cuando era ya una celebridad, pasando más que nunca de todo. Un engendro totalmente recomendable, que hace honor a su título.
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Miguel Angel Asturias - El Señor Presidente
Todo empieza en un lugar llamado el portal del señor, donde se mantenían los pordioseros y entre ellos estaba el Pelele, el cual también le decían el idiota. El Pelele se irritaba cada vez que decían la palabra madre, y una vez un general llamado Parrales lo fue a despertar gritándole esta palabra, el Pelele furioso por consiguiente lo mató. Después del asesinato el Pelele huye, la policía llega al lugar y se lleva a todos los pordioseros para que testifiquen y son obligados a decir una mentira que inculpaba a Eusebio Canales por el asesinato. Un pordiosero llamado el Mosco se niega a testificar tal mentira y es asesinado por el Auditor. El Pelele es encontrado por Cara de Ángel y un leñador y es llevado a un pueblo por ellos. Cara de Ángel le da la noticia al presidente pero este no le da importancia, después le ordena que ayude a escapar a Eusebio Canales. Cara de Ángel se dirige a la Casa de Canales a ayudarlo y se encuentra con su hija Camila y después le pide ayuda a Lucio para escapar esa noche. Lucio y otro policía llamado Genaro se encuentran al Pelele en el Portal y lo matan de un tiro ya que les habían dicho que tenia rabia. Lucio después se dirige a la casa de Canales y le ayuda a este y a Camila a escapar, mientras que Canales se escapa por aparte. Cara de Ángel y Camila se dirigen a la casa de los tíos de ella para pedir refugio pero son rechazados. Fedina, la esposa de Genaro va a la casa de Canales a ver lo sucedido, pero la policía llega en ese momento y la interrogan y torturan para saber el paradero de canales pero ella no sabia nada y por eso matan a su hijo. Después el Auditor la vende a la dueña de un prostíbulo llamada doña Chon , pero Fedina le es inútil ya que se vuelve loca. Canales se refugia en la casa de tres hermanas, las cuales le consiguen un contrabandista. Después de mucho tiempo cabalgando Canales logra llegar a la frontera. Un brujo le aconseja a Camila que se case con Cara de Ángel para aliviar un poco su soledad, y lo hace. El presidente por ser el padrino de bodas de Camila, fue la razón de que el padre de ella se suicidara. Con el tiempo ella y Cara de Ángel se acercan más sentimentalmente. El presidente los invita a una fiesta donde son avergonzados por uno de su familia que era un fugitivo. Por esta razón Cara de Ángel se va a una cantina donde se encuentra a un norteamericano y a unos partidarios del presidente y empiezan a hablar de la nación y de su gobierno. Cuando Cara de Ángel se cansa de la plática sale de la cantina y se encuentra a un ministro que lo lleva a la casa presidencial, donde el presidente le cuenta que los Estados Unidos quiere quitar la ayuda económica para la nación y le dice que debe ir a Washington para arreglar la situación. Cara de Ángel no muy convencido decide ir ya que daba mucha paga. Después le cuenta a Camila del viaje y de su plan, el cual era llegar para después enfermarse y mandarla a traer. Ya en el puerto Ángel se encuentra a Farfán y piensa que el esta ahí para despedirlo, pero es todo lo contrario el y otros compañeros lo golpean y le quitan sus cosas, y en su lugar se va otra persona a los Estados Unidos. A Cara de Ángel se lo llevan a una cárcel y lo torturan. Pasa el tiempo y Camila se preocupa y llama a la embajada y le dicen mentiras de su esposo, después quiere sacar el pasaporte para irse con el pero se lo niegan. Días después da a luz a un hijo que esperaba. Al final un informante le dice a Cara de Ángel que la razón por la que lo tenían encarcelado era porque el había enamorado a Camila y ella era como el amor imposible del presidente. Cara de Ángel se cree esta mentira y después muere.
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El lugar sin limites - Jose Donoso
Un mundo que es el infierno, donde se ponen al descubierto las falsas apariencias, la sordidez, la violencia y la miseria que lo agobia. Todo sucede alrededor del burdel de la Japonesita. Y de la Manuela, ese ambiguo y genial personaje, crisol de las pasiones y revelador de una falsa moral; cuestionador de la masculinidad y sus valores.
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Rodi Pistol - Grandes Hits.
Relatos cortos, que no tienen nada que ver con literatura; pero son sumamente entretenidos.
Rodi Pistol es una especie de mito dentro de lo que es la movida punkrock. Quien no conoce a Rodi Pistol no ha conocido el Punk rock en el Cusco e incluso en el Perú.
Esta punkstarfuck es uno de los más talentosos escritores cuzqueños , si bien no ha publicado como algunos Nietos de Gregrori en Alfaguaras y demás . En la pequeña editorial de Pardiez editores vienen publicando libros de este muchachón de 29 años que aún no muere al rock and roll y que siempre tiene presente a Hitler y la lejana Alemania en sus escritos.
"Los punk somos la ultraderecha de la izquierda".
Oi Oi Oi!!
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Detectives Salvajes - Roberto Bolaños
Arturo Belano y Ulises Lima, los detectives salvajes, salen a buscar las huellas de Cesárea Tinajero, la misteriosa escritora desaparecida en México en los años inmediatamente posteriores a la Revolución, y esa búsqueda el viaje y sus consecuencias se prolonga durante veinte años, desde 1976 hasta 1996, el tiempo canónico de cualquier errancia, bifurcándose a través de múltiples personajes y continentes, en una novela en donde hay de todo: amores y muertes, asesinatos y fugas turísticas, manicomios y universidades, desapariciones y apariciones. Sus escenarios son México, Nicaragua, Estados Unidos, Francia, España, Austria, Israel, África, siempre al compás de los detectives salvajes poetas «desperados», traficantes ocasionales, Arturo Belano y Ulises Lima, los enigmáticos protagonistas de este libro que puede leerse como un refinadísimo thriller wellesiano, atravesado por un humor iconoclasta y feroz. Entre los personajes destaca un fotógrafo español en el último escalón de la desesperación, un neonazi borderline, un torero mexicano jubilado que vive en el desierto, una estudiante francesa lectora de Sade, una prostituta adolescente en permanente huida, una prócer uruguaya en el 68 latinoamericano, un abogado gallego herido por la poesía, un editor mexicano perseguido por unos pistoleros a sueldo? .
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Antoine de Saint-Exupéry - El principito
Antoine de Saint-Exupéry
Nació en Lyon y estudió en la Universidad de Friburgo. Ingresó en las Fuerzas Aéreas francesas en 1921, y en 1926 se hizo piloto comercial. Sus dos primeros libros, Correo del Sur (1929) y Vuelo nocturno (1931), se caracterizan por la evocación poética romántica de la disciplina del vuelo, que exige el cumplimiento del deber aun cuando se arriesgue la propia vida. Sus obras posteriores, como Tierra de hombres (1939) y Piloto de guerra (1942), hacen hincapié en la filosofía humanista que marcó su vida (véase Humanismo). Su archiconocido libro El principito (1943) es una fábula infantil para adultos por su significado alegórico (véase Alegoría). Al estallar la II Guerra Mundial, Saint-Exupéry se enroló en las unidades de reconocimiento aliadas; en 1943 se incorporó a las tropas de la Francia Libre, y al año siguiente mientras realizaba un vuelo de reconocimiento por el sur de Francia su avión fue abatido por un avión alemán y no se volvió a saber de él. Sus cuadernos de notas, reunidos bajo el título de Ciudadela (1948), se publicaron póstumamente.
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2666 - Roberto Bolaños
2666 es la última novela de Roberto Bolaño. Literatura de signo magistral que prefigura la aparición y constitución de un nuevo clásico latinoamericano. La médula espinal de esta obra póstuma es el escritor desaparecido Benno von Archimboldi. La vida de cuatro críticos se entrecruzará en la pasión y búsqueda de tal escritor, camino que los conducirá a la ciudad mexicana de Santa Teresa. Conocerán en la segunda parte a Amalfitano, el nuevo protagonista, que ha viajado, sin ninguna justificación aparente, a México, en dónde se entrelazará su relato con el de los críticos. La historia gravita, además, sobre la fuerza de escenarios reales, en especial el de la frontera, Santa Teresa, contexto en donde transcurrirá también la historia de Fate, periodista estadounidense que involuntariamente se verá involucrado también con la ola de crímenes que atestan la ciudad. Por último, la biografía errante de Archimboldi (Hans Reiter), desembocará del mismo modo en México, y en el mismo desierto fronterizo que sentimos respirar a lo largo de toda la novela. 2666: atmósfera de descomposición y arbitrariedad que parece regir el destino de todos sus personajes, y el de sus testigos.
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Entrevista a Roberto Bolaños - Texto publicado en Lateral. Revista de cultura número 40, abril de 1998
"Al final no tuvimos ninguna pared donde apoyarnos" Ha sido la revelación literaria del pasado año. Es chileno, nació en 1953 y desde 1977 vive en España. Para entonces ya había recorrido un buen camino. A los quince años se trasladó a México, donde se hizo poeta, vivía del periodismo y se convirtió en troskista. En 1973 volvió a Chile, justo para presenciar el golpe militar. Cayó preso, pero tuvo suerte y lo soltaron. Estuvo también en El Salvador, donde conoció a los futuros asesinos de uno de los mayores poetas latinoamericanos. Son cosas de las que habla en esta entrevista. En España ejerció todos los oficios posibles. Ya había cumplido los 43 cuando publicó su primer libro de narrativa, La literatura nazi en América (Seix Barral, 1996), que fue aclamado por la crítica española. Luego vinieron Estrella distante (Anagrama, 1996), novela que consolidó su recién ganada reputación, y los cuentos de Llamadas telefónicas (Anagrama, 1997), que le consagró como uno de los mejores escritores contemporáneos en castellano. Desde hace algunos años vive en un pequeño pueblo de la Costa Brava.
¿Cómo cae un chileno en Blanes?
Por azar. En Blanes me fui a montar un negocio; era una época en que tenía tiendas. Era una tienda de bisutería, ropa, para turistas, y así me quedé a vivir allí.
¿Y todavía vive de la tienda?
No, desde el año 93 vivo exclusivamente de la literatura. Ese año gané tres o cuatro premios que me dieron mucho más dinero que los libros que publiqué luego. Tenía cuarenta años.
Debió de ser un giro milagroso... No lo veo ni como un giro ni como algo milagroso. Yo escribo desde los 18 años y a los 22 vivía de la literatura en México. Todo el dinero que llegaba a mis manos era producto de escribir: periodismo, artículos... Recuerdo que el billete de avión para venirme a Europa lo gané con dos artículos en una revista mexicana.
¿Y por qué vino a España?
Vine a España en el año 77. En realidad iba a Suecia, donde más o menos tenía arreglado un trabajo, pero mi madre vivía en España desde hacía dos años y estaba muy enferma cuando yo llegué. Entonces, me quedé a esperar que se pusiera bien, a ayudarla, en fin. Barcelona, en el año 77, era una verdadera belleza, una ciudad en movimiento con una atmósfera de júbilo y de que todo era posible. Se confundía la política con la fiesta, con una gran liberación sexual, un gran estallido sexual, un deseo de hacer cosas constantemente, que probablemente era artificial, no me hago muchas ilusiones al respecto, pero, artificial o verdadero, era tremendamente seductor. Para mí fue un descubrimiento, y me enamoré de la ciudad. En Barcelona aprendí cosas que yo creía que sabía pero en realidad no sabía.
¿Cómo cuáles, por ejemplo?
El vivir fuera de la literatura. Yo en México vivía muy en relación con la literatura. Vivía entre escritores y me movía en un mundo en donde quienes no eran escritores eran artistas. Y en Barcelona comencé a moverme en un mundo en donde no había escritores. Tenía amigos escritores, pero poco a poco empecé a tener amigos de otro tipo. Hice de todo, evidentemente: lavaplatos, camarero, vigilante nocturno, basurero, descargador de barcos, vendimiador, en Barcelona, en Francia, en un montón de sitios. Y me pareció magnífico. Además, en aquella época no había el paro que hubo después y la movilidad laboral era realmente grande; mi cuerpo me lo pedía, saber que trabajaba, conocía a gente, ganaba dinero y, cuando me aburría, lo dejaba y a la semana estaba trabajando en otra cosa. Me pareció fantástico.
Entonces ¿por qué retirarse al campo?
Eso ya ocurre después de que pasa la euforia del 77. En España el desencanto lo fechan en el 79-80, pero en mí empezó un poco después. Me fui a Girona porque estaba harto de Barcelona, además vivía en una calle muy céntrica, Tallers, a espaldas de La Vanguardia. Lo visitaban miles de personas. Había tenido miles de historias y necesitaba salir de todas ellas, era vivir con gente y con fantasmas. Necesitaba irme a algún sitio donde no conociera a nadie.
¿Y a México cómo llegó a los 15 años?
Por mis padres. Mi madre era profesora y mi padre era transportista. Decidieron un día irse a México a vivir. Cada uno llegó con un ideal y luego no salió nada, como pasa siempre.
En 1973 decide volver a Chile...
A los veinte años vuelvo a Chile sólo a hacer la Revolución. Yo estaba por aquella época más bien en la extrema izquierda, cercano al MIR, pero mi ideología era troskista. En realidad el MIR nunca tuvo buena relación con la política de los países del Este. Ahora, siempre ha sido una salvedad bastante infantil con Cuba porque es una enfermedad de los latinoamericanos. Los cubanos pueden ser prosoviéticos, pero son latinoamericanos...
Caso de Cortázar, que era crítico con la URSS, pero apoyaba al régimen cubano que censuraba sus libros.
Yo creo que ahí la cagó Cortázar y la gran mayoría, y la cagaron de una manera bestial. El hecho de que fueran latinoamericanos de alguna manera les perdonabas más que a los demás. Es difícil, porque, por ejemplo, hubo muchos troskos que se exiliaron en Cuba, y los cubanos no se portaron mal con ellos. Hubo muchas guerrillas de gente que no estaba con el socialismo real, claramente, que fueron apoyadas también por Cuba. Además, la atmósfera de aquellos años era apocalíptica en el sentido de San Juan, en el sentido cristiano. Todos esperábamos o el estallido de la revolución o el estallido de la contrarrevolución. El Día del Juicio era algo que se respiraba. El miedo a ese día evidentemente te hace buscar, al menos mentalmente, una pared donde apoyarte, por puro miedo. Al final no tuvimos ninguna pared donde apoyarnos y nos fue como nos fue, evidentemente, pero yo creo que sólo así se explica lo de Cuba y lo de Cortázar...
Dicen que los meses anteriores al golpe de estado de Pinochet fueron terribles, lleno de odios y enfrentamientos.
Los últimos meses del gobierno de Allende fueron espantosos. Pero tampoco me hacía muchas ilusiones; era ingenuo, pero no esperaba la revolución suprema de los hombres puros ni nada de eso. Yo creo que en el fondo iba a la aventura y me gustaba la aventura en sí misma. Encontré toda la aventura que quería y muchísima más. Sobre todo después del golpe de estado.
¿Recuerda todavía el día del golpe?
Yo vivía en casa de Jaime Quesada, que ahora es un poeta casi oficial, y en aquella época era un poeta joven, amigo de mi madre. Me despertó temblando y me dijo: "Roberto, han dado un golpe los militares". Lo primero que recuerdo es decir: "¿dónde están las armas?, que yo me voy a luchar". Y Jaime diciéndome: "no salgas, no vayas, ¿qué le voy a decir a tu mamá si te pasa algo?".
Yo no conocía el barrio y Jaime estaba dispuesto a quedarse encerrado todo el día en casa. Fui a casa de un chaval de quince años que sabía que era de izquierdas. Y le pregunté: "¿quién está organizando la resistencia en el barrio?, porque yo voy de voluntario". Y este chaval me dice "yo también quiero ir de voluntario". Yo tenía veinte, pero éste tenía quince. Y fuimos juntos a la célula comunista, que eran los únicos que tenían organización. Había gente de todos los partidos allí. Era la casa de un obrero comunista. Un hombre que estaba muy, muy asustado. Recuerdo, además, que tenía libros de vaqueros de Marcial Lafuente Estefanía, estos pequeños libritos de vaqueros los tenía en su aparador. Fue muy tierno, muy desolador y muy tierno.
¿Pero estaba realmente organizada la resistencia, en caso de un golpe?
Llegamos allí y decimos, "¿qué hay que hacer?". Somos como veinte o treinta personas y nos dan a cada uno una tarea: vigilar calles. En realidad nos dan un plan prefabricado con un escenario de guerra civil, no de golpe de estado. Yo me encuentro con que aquello que me mandaban hacer era una soberana estupidez. Porque era vigilar la casa de un civil, de una persona que se sabía que era de derechas, por si llegaban allí armas, en fin, tener controlada esa casa. Algo demencial, porque las calles estaban desiertas y cuando pasaban patrullas militares si no te disparaban te detenían. Me dan un pseudónimo y un santo y seña para darlo a un compañero que pasaría haciendo los controles. Me voy a la calle que tengo que vigilar. No hay nadie, estoy yo solo. Empecé a tener miedo, ¿qué hago yo aquí? Estás en una calle solo y lo primero que piensas es que te están mirando desde todas las ventanas. Hasta que llegaron los que pasaban revisión y a mí se me había olvidado la contraseña; hablé con ellos, volví a la célula. En aquella época hablaba como mexicano y creyeron que era extranjero. Y como a todos los extranjeros se les suponía una gran veteranía en la lucha armada, me piden a mí, que podía ser muy bien un infiltrado, que vaya a contactar con la célula mayor.
¿No funcionaban los teléfonos?
Tenía que ser un contacto de persona a persona. Me dan una bicicleta para que vaya a no sé cuántos kilómetros de distancia por una ciudad que no conozco, porque yo nunca he vivido en Santiago. Ahí me di cuenta: si les hago caso me matan seguro. Fue divertidísimo. Como una película de los hermanos Marx. Ordenes, contraórdenes, nadie se aclaraba.
¿Pero llegaron a hacer algo finalmente?
A eso de las doce, una de la tarde nos llega la noticia de que el general Prats viene con un contingente de tropas leales. Decidimos ir a recibir a Prats, pero militarmente, es decir, darle una cobertura de entrada y ver qué armas teníamos. Y nos vamos a un barrio que estaba allí al lado, como de chabolas, que se llamaban en esa época el movimiento "los sin casa": ocupaban terrenos y construían. Una de esas casas estaba llena de bombas molotov. Y lo lógico era destruir una serie de puentes peatonales para impedir el paso de las primeras avanzadillas de los pinochetistas hasta que llegaran las tropas de Prats. Luego resultó que Prats a esa hora estaba preso ya. No había tropas, no había nada, el general estaba detenido. Además, ¿cómo vas a tirar puentes peatonales con bombas molotov? Era una locura absoluta. Porque no había nada, ni armas cortas..., sólo bombas molotov. Era impresionante. Y así fue el día.
Y luego, ¿qué pasó al día siguiente del golpe militar?
Luego la suprema resaca. Un barrio aguantó el golpe, estaban mejor preparados, atacaron una comisaría, redujeron a los carabineros y aislaron el barrio. Pero era meterse en la boca del lobo. Lo bombardearon desde el aire.
Se escuchaban balazos todo el santo día. Cuando bombardearon La Moneda, desde el barrio donde yo estaba, lo oías y de vez en cuando veías a los aviones.
Bueno, pero ¿cómo logró salir de una situación semejante?
Cuando me detienen en la carretera y el teniente del puesto de retén se comunica con Concepción para dar el parte de lo que ha pasado, me asusté: "estoy frito, me matan". Me puso como uno de los diez más buscados de Chile, por lo menos. El hombre estaba inflando su captura, claro. Me vinieron a buscar en un vehículo especial con dos armarios, dos tíos gigantescos; en mi vida había visto carabineros más grandes. Luego me llevaron a la comisaría y en ella había otro teniente que era todo lo contrario al que me había detenido, razonable, y se dio cuenta de que yo de terrorista no tenía nada, que tampoco era extranjero y que no había hecho nada. Pero ya no me podía soltar, al menos no me dejó allí.
En un mismo día pasé por carabineros, pasé por otro sitio, no recuerdo bajo qué órdenes estaba y, al final, terminé en la policía de investigación, los policías que van de civil, que en Chile se llaman así. Y tuve mucha suerte.
¿Qué es lo que ocurrió en realidad? ¿Cómo logró salir?
A mí me sacaron de la cárcel dos policías, que habían sido compañeros míos a los quince años. Yo salí a los ocho días porque estaban estos dos allí; si no me hubiera podido pasar un mes o dos. Pero un día voy y me encuentro a un detective que dice: "¿no te acuerdas de mí? Soy tu compañero". Yo no me acordaba de nada. Fue impresionante.
¡Pero si en Llamadas telefónicas hay un cuento que narra exactamente esto! Yo pensaba que era puro invento, un juego literario. Incluso me recordó un poema de Nicanor Parra, donde unos personajes populares chilenos, "compadres", si no me acuerdo mal, establecen el mismo diálogo absurdo que mantienen los detectives del cuento.
No, en gran parte es autobiografía. Yo realemente me encontré con esos dos ex compañeros de colegio en la cárcel, y ellos me sacaron de allí. Pero lo de Nicanor Parra también es cierto. Todos mis textos me los planteo como un escrito donde prima el argumento, pero tiene sus reversos, su contraire. Y en este caso el contraire era el poema "Saranguaco" de Nicanor Parra, su esquema, el diálogo imposible, una especie de diálogo loco. Y es parte del folclore chileno, además.
¿Y por qué esa necesidad de un reverso, de una sombra literaria?
Por una cuestión de economía. Cada cuento tiene su reverso, pero ceñido con una disciplina de hierro. Porque de lo contrario no hubiera podido escribir los catorce cuentos de este libro, hubiera escrito catorce novelas. Y, probablemente, catorce novelas infinitas. Por ejemplo, "Vida de Anne Moore", el último cuento de Llamadas telefónicas es, en su reflejo, una novela-río de aproximadamente seiscientas páginas. Suceden cosas que se pueden contar en seiscientas páginas, pero con tranquilidad perfecta.
Esas sombras o guías literarias resultan más visibles en los relatos de La literatura nazi en América. Tal vez porque allí hubo la necesidad de ilustrar con obras la biografía de los imaginarios autores presentados... Yo creo que La literatura nazi es una novela, con exposición, desarrollo, desenlace. La novela más típica...
Ya, pero en definitiva es un conjunto de biografías unidas temáticamente, pero independientes.
Ahí hay otra cosa: es una novela, pero no para ser leída como novela. Se puede abrir por donde tú quieras, pese a tener los tres estadios clásicos de la novela. Por ejemplo, creo que se puede empezar por el epílogo. Lo más probable es que haya fracasado, pero la idea era ésa y creo no era mala del todo. Ahora, me moriré diciendo que es una novela.
¿Por qué le obsesionó la cultura de la extrema derecha en América Latina?
El mundo de la ultraderecha es un mundo desmesurado y es interesante de por sí. Lo que pasa es que yo cojo el mundo de la ultraderecha, pero muchas veces, en realidad, de lo que estoy hablando es de la izquierda. Cojo la imagen más fácil de ser caricaturizada para hablar de otra cosa. Cuando hablo de los escritores nazis de América, en realidad estoy hablando del mundo a veces heroico, y muchas más veces canalla, de la literatura en general.
Ciertamente, no sólo los fachas cometieron horrores en América Latina. Ahí está el caso de aquel poeta salvadoreño que asesinaron sus camaradas. Roque Dalton. Yo conocí a varios de los que mataron a Roque Dalton. Viví en El Salvador antes de que comenzara la Guerra Civil, y de los diez comandantes principales cuatro eran escritores. Y a dos de ellos los conocí. A uno que se llamaba Cienfuegos y a otro que no sé cómo demonios se llamaba. Y conocía a muchos escritores y...
Gente encantadora, seguramente...
Hombre, sí, encantadores. Algunos no tanto. Además, yo recorrí toda la costa del Pacífico de América Latina en mi camino hacia Chile en el año 73, y éstos tenían mi edad: veinte años, veintidós, veintitrés... O algo más. Quien me presentó a esta gente fue Manuel Sorto, que era el cienasta oficial de la guerrilla, el que filmaba las películas, a riesgo de su vida, que luego se exhibían en todo el mundo. Fue una persona muy ética. Pero, por ejemplo, Cienfuegos, que es uno de los que dieron la orden de matar a Roque Dalton, yo me pregunto si, incluso, no hay allí una enemistad literaria.
¿Por qué? ¿Era un poeta malo?
No, Cienfuegos no era un poeta malo, pero no tenía nada que hacer al lado de Roque Dalton. Creo que a Dalton lo mataron, básicamente, por lo de los hijos haciendo el ritual de la matanza del padre.
Pero en vez de literaria, esa vez la matanza fue literal.
Sí, sí, literal. Además lo mataron mientras dormía. No, no lo despertaron; él nunca supo que lo iban a matar. Discutieron durante todo el día, porque Roque Dalton se oponía al levantamiento armado y los comandantes decían que ya era la hora y que había que empezar la revolución. No llegaron a ningún acuerdo; Roque Dalton se fue a dormir, los comandantes siguieron discutiendo y dijeron: hay que matarlo. Como si fuera una banda de gángsters. Y dijeron, matémoslo ahora que está durmiendo, porque es poeta, para que no sufra. Palabras literales.
El próximo libro debería ser La literatura bolchevique en América Latina... Sí, pero tal vez no accedo de una manera directa a ello porque me duele mucho.
¿Cómo cae un chileno en Blanes?
Por azar. En Blanes me fui a montar un negocio; era una época en que tenía tiendas. Era una tienda de bisutería, ropa, para turistas, y así me quedé a vivir allí.
¿Y todavía vive de la tienda?
No, desde el año 93 vivo exclusivamente de la literatura. Ese año gané tres o cuatro premios que me dieron mucho más dinero que los libros que publiqué luego. Tenía cuarenta años.
Debió de ser un giro milagroso... No lo veo ni como un giro ni como algo milagroso. Yo escribo desde los 18 años y a los 22 vivía de la literatura en México. Todo el dinero que llegaba a mis manos era producto de escribir: periodismo, artículos... Recuerdo que el billete de avión para venirme a Europa lo gané con dos artículos en una revista mexicana.
¿Y por qué vino a España?
Vine a España en el año 77. En realidad iba a Suecia, donde más o menos tenía arreglado un trabajo, pero mi madre vivía en España desde hacía dos años y estaba muy enferma cuando yo llegué. Entonces, me quedé a esperar que se pusiera bien, a ayudarla, en fin. Barcelona, en el año 77, era una verdadera belleza, una ciudad en movimiento con una atmósfera de júbilo y de que todo era posible. Se confundía la política con la fiesta, con una gran liberación sexual, un gran estallido sexual, un deseo de hacer cosas constantemente, que probablemente era artificial, no me hago muchas ilusiones al respecto, pero, artificial o verdadero, era tremendamente seductor. Para mí fue un descubrimiento, y me enamoré de la ciudad. En Barcelona aprendí cosas que yo creía que sabía pero en realidad no sabía.
¿Cómo cuáles, por ejemplo?
El vivir fuera de la literatura. Yo en México vivía muy en relación con la literatura. Vivía entre escritores y me movía en un mundo en donde quienes no eran escritores eran artistas. Y en Barcelona comencé a moverme en un mundo en donde no había escritores. Tenía amigos escritores, pero poco a poco empecé a tener amigos de otro tipo. Hice de todo, evidentemente: lavaplatos, camarero, vigilante nocturno, basurero, descargador de barcos, vendimiador, en Barcelona, en Francia, en un montón de sitios. Y me pareció magnífico. Además, en aquella época no había el paro que hubo después y la movilidad laboral era realmente grande; mi cuerpo me lo pedía, saber que trabajaba, conocía a gente, ganaba dinero y, cuando me aburría, lo dejaba y a la semana estaba trabajando en otra cosa. Me pareció fantástico.
Entonces ¿por qué retirarse al campo?
Eso ya ocurre después de que pasa la euforia del 77. En España el desencanto lo fechan en el 79-80, pero en mí empezó un poco después. Me fui a Girona porque estaba harto de Barcelona, además vivía en una calle muy céntrica, Tallers, a espaldas de La Vanguardia. Lo visitaban miles de personas. Había tenido miles de historias y necesitaba salir de todas ellas, era vivir con gente y con fantasmas. Necesitaba irme a algún sitio donde no conociera a nadie.
¿Y a México cómo llegó a los 15 años?
Por mis padres. Mi madre era profesora y mi padre era transportista. Decidieron un día irse a México a vivir. Cada uno llegó con un ideal y luego no salió nada, como pasa siempre.
En 1973 decide volver a Chile...
A los veinte años vuelvo a Chile sólo a hacer la Revolución. Yo estaba por aquella época más bien en la extrema izquierda, cercano al MIR, pero mi ideología era troskista. En realidad el MIR nunca tuvo buena relación con la política de los países del Este. Ahora, siempre ha sido una salvedad bastante infantil con Cuba porque es una enfermedad de los latinoamericanos. Los cubanos pueden ser prosoviéticos, pero son latinoamericanos...
Caso de Cortázar, que era crítico con la URSS, pero apoyaba al régimen cubano que censuraba sus libros.
Yo creo que ahí la cagó Cortázar y la gran mayoría, y la cagaron de una manera bestial. El hecho de que fueran latinoamericanos de alguna manera les perdonabas más que a los demás. Es difícil, porque, por ejemplo, hubo muchos troskos que se exiliaron en Cuba, y los cubanos no se portaron mal con ellos. Hubo muchas guerrillas de gente que no estaba con el socialismo real, claramente, que fueron apoyadas también por Cuba. Además, la atmósfera de aquellos años era apocalíptica en el sentido de San Juan, en el sentido cristiano. Todos esperábamos o el estallido de la revolución o el estallido de la contrarrevolución. El Día del Juicio era algo que se respiraba. El miedo a ese día evidentemente te hace buscar, al menos mentalmente, una pared donde apoyarte, por puro miedo. Al final no tuvimos ninguna pared donde apoyarnos y nos fue como nos fue, evidentemente, pero yo creo que sólo así se explica lo de Cuba y lo de Cortázar...
Dicen que los meses anteriores al golpe de estado de Pinochet fueron terribles, lleno de odios y enfrentamientos.
Los últimos meses del gobierno de Allende fueron espantosos. Pero tampoco me hacía muchas ilusiones; era ingenuo, pero no esperaba la revolución suprema de los hombres puros ni nada de eso. Yo creo que en el fondo iba a la aventura y me gustaba la aventura en sí misma. Encontré toda la aventura que quería y muchísima más. Sobre todo después del golpe de estado.
¿Recuerda todavía el día del golpe?
Yo vivía en casa de Jaime Quesada, que ahora es un poeta casi oficial, y en aquella época era un poeta joven, amigo de mi madre. Me despertó temblando y me dijo: "Roberto, han dado un golpe los militares". Lo primero que recuerdo es decir: "¿dónde están las armas?, que yo me voy a luchar". Y Jaime diciéndome: "no salgas, no vayas, ¿qué le voy a decir a tu mamá si te pasa algo?".
Yo no conocía el barrio y Jaime estaba dispuesto a quedarse encerrado todo el día en casa. Fui a casa de un chaval de quince años que sabía que era de izquierdas. Y le pregunté: "¿quién está organizando la resistencia en el barrio?, porque yo voy de voluntario". Y este chaval me dice "yo también quiero ir de voluntario". Yo tenía veinte, pero éste tenía quince. Y fuimos juntos a la célula comunista, que eran los únicos que tenían organización. Había gente de todos los partidos allí. Era la casa de un obrero comunista. Un hombre que estaba muy, muy asustado. Recuerdo, además, que tenía libros de vaqueros de Marcial Lafuente Estefanía, estos pequeños libritos de vaqueros los tenía en su aparador. Fue muy tierno, muy desolador y muy tierno.
¿Pero estaba realmente organizada la resistencia, en caso de un golpe?
Llegamos allí y decimos, "¿qué hay que hacer?". Somos como veinte o treinta personas y nos dan a cada uno una tarea: vigilar calles. En realidad nos dan un plan prefabricado con un escenario de guerra civil, no de golpe de estado. Yo me encuentro con que aquello que me mandaban hacer era una soberana estupidez. Porque era vigilar la casa de un civil, de una persona que se sabía que era de derechas, por si llegaban allí armas, en fin, tener controlada esa casa. Algo demencial, porque las calles estaban desiertas y cuando pasaban patrullas militares si no te disparaban te detenían. Me dan un pseudónimo y un santo y seña para darlo a un compañero que pasaría haciendo los controles. Me voy a la calle que tengo que vigilar. No hay nadie, estoy yo solo. Empecé a tener miedo, ¿qué hago yo aquí? Estás en una calle solo y lo primero que piensas es que te están mirando desde todas las ventanas. Hasta que llegaron los que pasaban revisión y a mí se me había olvidado la contraseña; hablé con ellos, volví a la célula. En aquella época hablaba como mexicano y creyeron que era extranjero. Y como a todos los extranjeros se les suponía una gran veteranía en la lucha armada, me piden a mí, que podía ser muy bien un infiltrado, que vaya a contactar con la célula mayor.
¿No funcionaban los teléfonos?
Tenía que ser un contacto de persona a persona. Me dan una bicicleta para que vaya a no sé cuántos kilómetros de distancia por una ciudad que no conozco, porque yo nunca he vivido en Santiago. Ahí me di cuenta: si les hago caso me matan seguro. Fue divertidísimo. Como una película de los hermanos Marx. Ordenes, contraórdenes, nadie se aclaraba.
¿Pero llegaron a hacer algo finalmente?
A eso de las doce, una de la tarde nos llega la noticia de que el general Prats viene con un contingente de tropas leales. Decidimos ir a recibir a Prats, pero militarmente, es decir, darle una cobertura de entrada y ver qué armas teníamos. Y nos vamos a un barrio que estaba allí al lado, como de chabolas, que se llamaban en esa época el movimiento "los sin casa": ocupaban terrenos y construían. Una de esas casas estaba llena de bombas molotov. Y lo lógico era destruir una serie de puentes peatonales para impedir el paso de las primeras avanzadillas de los pinochetistas hasta que llegaran las tropas de Prats. Luego resultó que Prats a esa hora estaba preso ya. No había tropas, no había nada, el general estaba detenido. Además, ¿cómo vas a tirar puentes peatonales con bombas molotov? Era una locura absoluta. Porque no había nada, ni armas cortas..., sólo bombas molotov. Era impresionante. Y así fue el día.
Y luego, ¿qué pasó al día siguiente del golpe militar?
Luego la suprema resaca. Un barrio aguantó el golpe, estaban mejor preparados, atacaron una comisaría, redujeron a los carabineros y aislaron el barrio. Pero era meterse en la boca del lobo. Lo bombardearon desde el aire.
Se escuchaban balazos todo el santo día. Cuando bombardearon La Moneda, desde el barrio donde yo estaba, lo oías y de vez en cuando veías a los aviones.
Bueno, pero ¿cómo logró salir de una situación semejante?
Cuando me detienen en la carretera y el teniente del puesto de retén se comunica con Concepción para dar el parte de lo que ha pasado, me asusté: "estoy frito, me matan". Me puso como uno de los diez más buscados de Chile, por lo menos. El hombre estaba inflando su captura, claro. Me vinieron a buscar en un vehículo especial con dos armarios, dos tíos gigantescos; en mi vida había visto carabineros más grandes. Luego me llevaron a la comisaría y en ella había otro teniente que era todo lo contrario al que me había detenido, razonable, y se dio cuenta de que yo de terrorista no tenía nada, que tampoco era extranjero y que no había hecho nada. Pero ya no me podía soltar, al menos no me dejó allí.
En un mismo día pasé por carabineros, pasé por otro sitio, no recuerdo bajo qué órdenes estaba y, al final, terminé en la policía de investigación, los policías que van de civil, que en Chile se llaman así. Y tuve mucha suerte.
¿Qué es lo que ocurrió en realidad? ¿Cómo logró salir?
A mí me sacaron de la cárcel dos policías, que habían sido compañeros míos a los quince años. Yo salí a los ocho días porque estaban estos dos allí; si no me hubiera podido pasar un mes o dos. Pero un día voy y me encuentro a un detective que dice: "¿no te acuerdas de mí? Soy tu compañero". Yo no me acordaba de nada. Fue impresionante.
¡Pero si en Llamadas telefónicas hay un cuento que narra exactamente esto! Yo pensaba que era puro invento, un juego literario. Incluso me recordó un poema de Nicanor Parra, donde unos personajes populares chilenos, "compadres", si no me acuerdo mal, establecen el mismo diálogo absurdo que mantienen los detectives del cuento.
No, en gran parte es autobiografía. Yo realemente me encontré con esos dos ex compañeros de colegio en la cárcel, y ellos me sacaron de allí. Pero lo de Nicanor Parra también es cierto. Todos mis textos me los planteo como un escrito donde prima el argumento, pero tiene sus reversos, su contraire. Y en este caso el contraire era el poema "Saranguaco" de Nicanor Parra, su esquema, el diálogo imposible, una especie de diálogo loco. Y es parte del folclore chileno, además.
¿Y por qué esa necesidad de un reverso, de una sombra literaria?
Por una cuestión de economía. Cada cuento tiene su reverso, pero ceñido con una disciplina de hierro. Porque de lo contrario no hubiera podido escribir los catorce cuentos de este libro, hubiera escrito catorce novelas. Y, probablemente, catorce novelas infinitas. Por ejemplo, "Vida de Anne Moore", el último cuento de Llamadas telefónicas es, en su reflejo, una novela-río de aproximadamente seiscientas páginas. Suceden cosas que se pueden contar en seiscientas páginas, pero con tranquilidad perfecta.
Esas sombras o guías literarias resultan más visibles en los relatos de La literatura nazi en América. Tal vez porque allí hubo la necesidad de ilustrar con obras la biografía de los imaginarios autores presentados... Yo creo que La literatura nazi es una novela, con exposición, desarrollo, desenlace. La novela más típica...
Ya, pero en definitiva es un conjunto de biografías unidas temáticamente, pero independientes.
Ahí hay otra cosa: es una novela, pero no para ser leída como novela. Se puede abrir por donde tú quieras, pese a tener los tres estadios clásicos de la novela. Por ejemplo, creo que se puede empezar por el epílogo. Lo más probable es que haya fracasado, pero la idea era ésa y creo no era mala del todo. Ahora, me moriré diciendo que es una novela.
¿Por qué le obsesionó la cultura de la extrema derecha en América Latina?
El mundo de la ultraderecha es un mundo desmesurado y es interesante de por sí. Lo que pasa es que yo cojo el mundo de la ultraderecha, pero muchas veces, en realidad, de lo que estoy hablando es de la izquierda. Cojo la imagen más fácil de ser caricaturizada para hablar de otra cosa. Cuando hablo de los escritores nazis de América, en realidad estoy hablando del mundo a veces heroico, y muchas más veces canalla, de la literatura en general.
Ciertamente, no sólo los fachas cometieron horrores en América Latina. Ahí está el caso de aquel poeta salvadoreño que asesinaron sus camaradas. Roque Dalton. Yo conocí a varios de los que mataron a Roque Dalton. Viví en El Salvador antes de que comenzara la Guerra Civil, y de los diez comandantes principales cuatro eran escritores. Y a dos de ellos los conocí. A uno que se llamaba Cienfuegos y a otro que no sé cómo demonios se llamaba. Y conocía a muchos escritores y...
Gente encantadora, seguramente...
Hombre, sí, encantadores. Algunos no tanto. Además, yo recorrí toda la costa del Pacífico de América Latina en mi camino hacia Chile en el año 73, y éstos tenían mi edad: veinte años, veintidós, veintitrés... O algo más. Quien me presentó a esta gente fue Manuel Sorto, que era el cienasta oficial de la guerrilla, el que filmaba las películas, a riesgo de su vida, que luego se exhibían en todo el mundo. Fue una persona muy ética. Pero, por ejemplo, Cienfuegos, que es uno de los que dieron la orden de matar a Roque Dalton, yo me pregunto si, incluso, no hay allí una enemistad literaria.
¿Por qué? ¿Era un poeta malo?
No, Cienfuegos no era un poeta malo, pero no tenía nada que hacer al lado de Roque Dalton. Creo que a Dalton lo mataron, básicamente, por lo de los hijos haciendo el ritual de la matanza del padre.
Pero en vez de literaria, esa vez la matanza fue literal.
Sí, sí, literal. Además lo mataron mientras dormía. No, no lo despertaron; él nunca supo que lo iban a matar. Discutieron durante todo el día, porque Roque Dalton se oponía al levantamiento armado y los comandantes decían que ya era la hora y que había que empezar la revolución. No llegaron a ningún acuerdo; Roque Dalton se fue a dormir, los comandantes siguieron discutiendo y dijeron: hay que matarlo. Como si fuera una banda de gángsters. Y dijeron, matémoslo ahora que está durmiendo, porque es poeta, para que no sufra. Palabras literales.
El próximo libro debería ser La literatura bolchevique en América Latina... Sí, pero tal vez no accedo de una manera directa a ello porque me duele mucho.
SANTIAGO RONCAGLIOLO - PUDOR
«El primer fantasma apareció el día de la muerte de la abuela. Pero ése sólo fue el primero.»
Ésta es una novela sobre la intimidad, sobre los deseos y los miedos que no confesamos ni siquiera a quienes más queremos, sobre los secretos con que nos protegemos para que los demás no nos hagan daño.
Ésta es una novela sobre la intimidad, sobre los deseos y los miedos que no confesamos ni siquiera a quienes más queremos, sobre los secretos con que nos protegemos para que los demás no nos hagan daño.
Una novela negra, sentimental y llena de ilarantes entretejidos, contada desde el punto de vista de cada uno de los personajes con un paseo mental que involucra al lector con el personaje.
Sus personajes son un hombre que va a morir, una mujer que recibe anónimos pornográficos, un niño que ve cadáveres, un gato que quiere sexo, esa clase de gente. Como muchas familias, todos esos personajes viven juntos y todos están solos.
A veces me parece una historia muy triste y sórdida, y a veces creo que es una comedia. Es lo que tienen en común las familias y los sentimientos, que nunca se ponen de acuerdo.
Sus personajes son un hombre que va a morir, una mujer que recibe anónimos pornográficos, un niño que ve cadáveres, un gato que quiere sexo, esa clase de gente. Como muchas familias, todos esos personajes viven juntos y todos están solos.
A veces me parece una historia muy triste y sórdida, y a veces creo que es una comedia. Es lo que tienen en común las familias y los sentimientos, que nunca se ponen de acuerdo.
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Kyoichi Katayama - Un grito de amor desde el centro del mundo
La conmovedora historia de amor que ha enamorado a millones de lectores de todo el mundo.
Sakutarô y Aki se conocen en la escuela de una ciudad provincial de Japón. Él es un adolescente ingenioso y algo sarcástico. Ella es inteligente, hermosa y popular. Pronto se convierten en amigos inseparables, hasta que un día, por primera vez, Sakutarô ve a Aki con otros ojos, y la amistad cómplice se transforma ineludiblemente en una pasión arrebatadora. Ambos viven una historia capaz de trastocar los sentidos y borrar las fronteras entre la vida y la muerte.
Un grito de amor desde el centro del mundo es la novela japonesa más leída de todos los tiempos. Ha inspirado una versión cinematográfica, una exitosa serie televisiva y ha sido ilustrada como cómic manga.
· La crítica ha dicho
«Hay algo prodigioso en el éxito de este libro que ha entusiasmado a jóvenes de todo el mundo y que invita a descubrir el amor.» Il Giornale
«Transmite toda la pureza y ternura del amor, como un sentimiento universal, más allá de la edad, la cultura… Tras leerlo es imposible no recordar el primer amor. Invade la nostalgia, pero con una dulce sonrisa en los labios.» Io Donna
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Ray Loriga - Ya sólo habla de amor
«Loriga es la estrella del rock de las letras europeas.»
The New York Times: Incapaz de superar la pérdida del amor, Sebastián se entrega con entusiasmo a su fracaso, a la inútil corrección compulsiva de traducciones de poemas de Blake, a observar a las mujeres con dedicada atención, a abusar de la paciencia de sus amigos y a dar vida a Ramón Alaya, su álter ego imaginario, jugador de polo argentino, leal, fuerte, atractivo e ignorante de todo ese absurdo territorio de ficción que consuela a los locos en su derrota. En una sola noche se verá obligado a caminar más de lo que ha caminado durante los últimos años…«Loriga se ha unido al selecto grupo de escritores —como Houellebecq y Murakami— que están redefiniendo la ficción del siglo XXI.»
WAYNE BURROWS, The Big Issue
· La crítica ha dicho
«A Loriga se le puede considerar el verdadero iniciador de una escritura que se aleja del realismo español, un monólogo mental en un paisaje desolado, como salido de un cuadro de Hopper, con unos protagonistas cuyo único núcleo social, generalmente roto, es el de la familia. Una escritura depurada, de breves párrafos, que no describe, sino que va, silenciosa como los neumáticos de un automóvil sobre una autopista.» J. A. MASOLIVER RÓDENAS,
The New York Times: Incapaz de superar la pérdida del amor, Sebastián se entrega con entusiasmo a su fracaso, a la inútil corrección compulsiva de traducciones de poemas de Blake, a observar a las mujeres con dedicada atención, a abusar de la paciencia de sus amigos y a dar vida a Ramón Alaya, su álter ego imaginario, jugador de polo argentino, leal, fuerte, atractivo e ignorante de todo ese absurdo territorio de ficción que consuela a los locos en su derrota. En una sola noche se verá obligado a caminar más de lo que ha caminado durante los últimos años…«Loriga se ha unido al selecto grupo de escritores —como Houellebecq y Murakami— que están redefiniendo la ficción del siglo XXI.»
WAYNE BURROWS, The Big Issue
· La crítica ha dicho
«A Loriga se le puede considerar el verdadero iniciador de una escritura que se aleja del realismo español, un monólogo mental en un paisaje desolado, como salido de un cuadro de Hopper, con unos protagonistas cuyo único núcleo social, generalmente roto, es el de la familia. Una escritura depurada, de breves párrafos, que no describe, sino que va, silenciosa como los neumáticos de un automóvil sobre una autopista.» J. A. MASOLIVER RÓDENAS,
La Vanguardia«Ray Loriga es un fascinante cruce entre Marguerite Duras y Jim Thompson.» PEDRO ALMODÓVAR
«La voz de una nueva generación.» The Daily Telegraph
«Ray Loriga es un escritor de culto emergente que destila genio en cada página.» Scotland on Sunday .
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